¡Ole tus huevos Coloma!

Imposible no emocionarse al recordar lo vivido ayer con la medalla de bronce lograda por el biker riojano Carlos Coloma en la prueba de XCO de los JJOO de Río de Janerio. Imposible no echar la mirada atrás y sacar del baúl de los recuerdos esa plata de José Antonio Hermida en Atenas 2004. Imposible escribir estas palabras con otra cosa que no sea el corazón y el alma. Imposible que no se te ponga la piel de gallina al rememorar esa última vuelta de ensueño. Imposible quitar de nuestros oídos el grito desgarrador de Carlos Coloma entrando en meta. Un grito de rabia, de satisfacción...un grito de Gloria Eterna.

Basta ya de escribir con el freno de mano echado. Hoy toca escribir con la fuerza del corazón que ayer por la tarde vivió un momento histórico para el MTB español con una medalla de bronce que aún muchos no se llegan a creer ya que Carlos Coloma no partía como claro favorito pero claro...los grandes campeones que entran en la leyenda del deporte hacen estas cosas. Se sacan de las piernas la mejor carrera de su vida el día más importante de su vida. Sólo al alcance de muy pocos.

Desde el inicio se veía a Carlos Coloma con piernas ya que estuvo en la primera parte de la carrera muy delante llegando a rodar junto a Nino Schurter. En ese momento ya todo el Mundo pensaba que Carlos Coloma estaría en la lucha por las medallas. La sangre empezaba a correr más y más rápido, y la emoción recorría todo el cuerpo.

Con el paso de las vueltas se formó un dúo delantero que se jugarían las medallas de oro y bronce, y por detrás otro dúo con Carlos Coloma y Maxime Marotte que se tendrían que jugar la medalla de bronce. Dos grandes bikers para sólo una presea que les llevaría al éxtasis. Al entrar en la última vuelta juntos se pudo ver al riojano santiguarse en lo que más tarde sería una vuelta mística donde Carlos Coloma sacó fuerzas de donde no había y logró entrar en meta con tiempo suficiente para tener una celebración que nos emocionó a todos juntando al Mundo del MTB nacional en un único grito de inmensa alegría.

Tras su entrada en meta y luego en la ceremonia de podium se vió a un Carlos Coloma tremendamente emocionado y es que ganar una medalla de bronce en unos JJOO no se consigue todos los días. Toda una vida dedicada al duro oficio del MTB. Toda una vida entrenando y soñando con algo así. Tras una temporada sobresaliente, el riojano se exprimió al máximo para dar una enorme alegría el deporte nacional logrando un sueño de infancia que se hizo realidad una tarde de verano en Río de Janerio. Y es que a veces los sueños se hacen realidad...

No dejemos de soñar nunca amigos...

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