Y el sueño se hizo realidad


Soñaba con ello desde niño, pero este último año lo soñaba a diario. Mucho trabajo y un objetivo claro. Todo estaba preparado para que hoy fuese el día. Pero a veces, muchas, el deporte es injusto y no ofrece las recompensas esperadas. Hoy no ha sido así. Hoy todo ha salido como Carlos Coloma había soñado tantas veces. Una salida perfecta, colocándose entre los primeros desde el inicio. Y después, ese momento de gloria encabezando la prueba, para creerse que sí, que hoy era el día. A partir de ahí, y con el oro (finalmente para Nino Schurter) y la plata (que se llevaba Jaroslav Kulhavy) unos segundos por delante, llegó la lucha, el sufrimiento para él y para los espectadores. El francés Maxime Marotte y el propio Carlos formaban un dúo del que saldría el bronce. Carlos parecía el más fuerte, o eso veían los ojos de una afición española volcada con el carismático riojano, pero Maxime no se dio nunca por vencido. Cruzaron juntos el arco de meta a falta de solo una vuelta para el final. Llegaba el momento. Todas las lecciones aprendidas a lo largo de su carrera, todos los entrenamientos, todos los momentos duros, los recuerdos y ese sueño de niño… Todo se junta en las piernas y el corazón de Carlos, que realiza una última vuelta en la que derrocha coraje, logrando, tras varios intentos, distanciar a su contrincante en unos pocos segundos. No es mucho tiempo, pero es suficiente para entrar en la recta de meta saboreando las mieles del triunfo. Una victoria deseada, merecida, sufrida. No hay camino fácil, y no lo ha sido el de Coloma, pero la recompensa ha sido mayúscula, porque no hay mejor premio que la satisfacción del trabajo bien hecho.

Y no termina ahí el festival para el MMR Factory Racing Team. David Valero, que no lograba efectuar una buena salida, venía remontando posiciones desde la primera vuelta. Primero llegó al top15, se fue acercando al 10, y acabó peleando mano a mano con el francés Julien Absalon por el diploma olímpico. No pudo ser, pero el 9º puesto logrado en sus primeros Juegos Olímpicos demuestra mucho, demuestra de lo que es capaz este bastetano que hoy tuvo en vilo a todos sus vecinos. Su expresión en meta deja entrever un regusto amargo, una rabia contenida por haber visto que el diploma podía haber sido suyo. Esa rabia que le servirá de impulso para que, al igual que ha hecho hoy Coloma, él también pueda cumplir su sueño dentro de no mucho tiempo.

Catriel Soto, el argentino que hoy parecía correr en casa, también ha logrado firmar una gran actuación, que cerraba el delirio del equipo MMR Factory Racing Team. Su puesto 25º vuelve a acercarle a los mejores, y aunque quizás hoy también esperase más, lo cierto es que está fraguando una temporada exitosa en la que ha dado un gran paso al frente en esta especialidad olímpica.

Fuente: Prensa MMR Racing Team

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