Nubes antes de tocar el cielo


No es cierto que se pueda triunfar sin sufrir por una sencilla razón: la gloria viene de las dificultades, la alegría es hija de la desventura, ninguna felicidad es completa ni permanente sino que se sustenta sobre la emoción de la lucha. Puede parecer que el camino de Geraint Thomas hasta esta 19ª etapa del Tour de Francia ha sido plácida: “business as usual”, como ayer mismo definió el interesado en rueda de prensa. Sin embargo, ha estado trufada de dificultades y de esfuerzo, de ataques y de agresiones.

No obstante, si al triunfo del galés le faltaba alguna adversidad para ser magnífico, encontrará bastantes en los 200,5 kilómetros que separarán Lourdes de Laruns. El inicio de la etapa, repechero, garantiza que la lucha por la escapada será cruenta y de altísimo nivel. Subir el Aspin (1ª, -122km) encadenado con el durísimo Tourmalet (HC, -92,5km) será un castigo que se convertirá en pena cuando después haya que sumar los ‘cols’ de Bordères y Soulor para franquear el Aubisque (HC, -20km), último puerto de los Pirineos que se coronará con unas ochenta horas de competición en las piernas. Hay previsiones de que haya niebla en las cimas de Tourmalet y Aubisque. Tiene su lógica: hay que atravesar las nubes antes de tocar el cielo.

Fuente: Prensa Tour de Francia

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