De camino hacia los Vosgos


Una vez pasada la temida (y con razón) etapa del pavés, el pelotón continúa su camino hacia la cordillera de los Vosgos, donde aparece la primera etapa de alta montaña de esta edición número 101 del Tour de Francia.

Los primeros días de la carrera han sido de una enorme exigencia para lo que suele ser la semana inicial de una gran vuelta. Ya en la segunda jornada, todavía en territorio inglés, hubo un total de nueve cotas de entre cuarta y segunda categoría, cinco de ellas concentradas en los 65 últimos kilómetros. De hecho, Alberto Contador y Chris Froome, dos de las mejores apuestas del ciclismo actual como se puede leer aquí, amagaron con atacar, aunque finalmente fue Vincenzo Nibali quien se escapó a menos de dos kilómetros de meta para ganar la etapa y hacerse con el liderato de la general. Hay que destacar que Froome ha abandonado el Tour tras una nueva caída.

El italiano, campeón de la Vuelta a España en 2010 y del Giro de Italia en 2013, parece decidido a completar el trío y llegar a París con el maillot amarillo. El miércoles aumentó su ventaja en más de dos minutos sobre rivales como Contador o Alejandro Valverde, gracias a una suprema actuación en la peligrosa etapa del pavés, donde Froome se vio obligado a abandonar tras dos caídas.

Por lo tanto, Nibali afronta el primer tramo de montaña consolidado en lo alto de la general, aunque también es cierto que deberá soportar durante tres semanas la presión que supone defender el liderato. Después de las etapas llanas del jueves y del viernes, la carrera se adentra en los Vosgos. Tomblaine, en la región de Lorena, marcará el inicio de la primera etapa de este Tour con final en alto, aunque será en La Mauselaine, cota de tercera categoría situada en la población de Gérardmer. El pelotón no se topará con la cordillera lorenense hasta los 25 kilómetros finales, cuando tenga que ascender el Col de la Croix des Moinats y el Col de Grosse Pierre, ambos de segunda, justo antes de realizar el ascenso a La Mauselaine.

La etapa del sábado también está considerada de media montaña, aunque en ella aparece ya una cota de primera categoría: Le Markstein. Antes de llegar allí, los ciclistas ya habrán pasado cuatro puertos puntuables de entre tercera y segunda categoría, pero Le Markstein no será el final del sufrimiento. Justo después de coronar, se adentrarán en un nuevo ascenso de tercera para subir al Grand Ballon, que con 1.336 metros sobre el nivel del mar es la cota más alta de Los Vosgos. La etapa continúa con el ascenso hasta la localidad de Chenay y los 20 últimos kilómetros serán por terreno llano hasta Mulhouse.

Ya en Alsacia, la presente edición del Tour acogerá la primera etapa de alta montaña, con cuatro puertos de primera: el Petit Ballon, el Col du Platzerwasel, el Col des Chevrères y La Planche des Belles Filles. Aquí terminará la jornada, el mismo lugar en el que hace dos años Froome ganó su primera etapa en el Tour y Bradley Wiggins obtuvo el liderato que, posteriormente, lo coronaría como campeón.

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