¿Y ahora qué?

Después de ver la entrevista completa donde se pudo ver al Lance Armstrong más sincero, por primera vez en toda su carrera, surgen algunas preguntas como esta: ¿Y ahora qué? Todo el mundo se pregunta si Lance Armstrong irá a la cárcel como le ocurrió a Marion Jones hace unos años. La verdad es que a mí como español me cuesta creer que alguien pueda ir a la cárcel por mentir ya que vivimos rodeados de políticos que son seres perfectos hechos con el único objetivo de robar, mentir y manipular. Por todo esto no veo a Lance Armstrong entrando en una cárcel de E.E.U.U. pero supongo que la justicia al otro lado del Atlántico es muy diferente a la española y la verdad es que si que existe una posibilidad real.

Algunas opiniones creen que la confesión de Lance ha sido forzada por parte de la justicia estadounidense para de esta forma evitar la cárcel. Una confesión televisada a todo del mundo y poniendo de manifiesto toda la verdad sobre su caso le haría cumplir una condena tal vez mayor, la de la sociedad que le verá a partir de ahora como el farsante más grande del deporte mundial.

Espero sinceramente que Lance Armstrong page con creces su enorme error, tanto a nivel económico como a nivel social pero también espero por el bien de todo el mundo que no le veamos entrar a la cárcel.

A parte del caso personal de Lance se abre otro gran debate que durante éstos días se ha ido alimentando con declaraciones como los exciclistas del Rabobank, ¿Qué pasa con el resto del pelotón que fue señalado por el propio Lance? En la entrevista dijo claramente que durante su época todo el mundo se dopaba pero la prensa y la sociedad mundial parece que o no se ha dado cuenta o ha mirado para otro lado. ¿Alguien va a decir algo? ¿Alguien va a pedir declarar a algún exciclista o ciclista en activo? ¿Ya está todo cerrado? Pero entonces que pasa.....¿Qué solo querían la cabeza de Lance Armstrong o de verdad se quiere acabar con las mentiras del pasado? Me da la impresión que el círculo está cerrado y el único que va a pagar es el texano.

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