Buena imagen de las juniors españolas en el Mundial

La selección española junior femenina se dejó ver esta mañana en el Mundial de Ponferrada. Pero la mala suerte –principalmente plasmada en un accidente de Rocío del Alba García en la parte final- y como reconocía María Calderón, la falta de fuerzas, impidió que hubiera ninguna española en el grupo de 18 que se jugó las medallas.

La zamorana Calderón fue la mejor de las españolas, en el puesto 26, a 15” de la ganadora, la danesa Amelia Dideriksen, que renovaba el título logrado el año pasado en Florencia. En ese mismo grupo perseguidor llegaba la valenciana Cristina Martínez y en el 44 la madrileña García, a 2-19, mientras que la cántabra Coral Casado llegaba a 9-43 en el puesto 67. “He estado enferma los últimos días y no he salido en las mejores condiciones. Pero ha habido mucho látigo desde el principio y si te cortas, adiós. Y más si no estás en tu mejor forma, como me pasaba a mí. He entrado en un grupo, a mi ritmo y a terminar. Enfadada porque una oportunidad de correr un Mundial no la tienes todos los días. Y no la he podido aprovechar”.

En las cuatro vueltas de la prueba (72,8 kms.) no hubo ningún ataque de entidad, aunque si un ritmo bastante fuerte que provocó una selección hasta que quedaron unas cuarenta corredoras, entre ellas las tres españolas, siempre en las primeras posiciones y muy atentas. Tan sólo en los últimos kilómetros se produjo un ataque de las italianas Sofia Bertizzolo y Sofia Beggin y la danesa Didericksen, que cobrarían unos segundos pero serían atrapadas por otras quince corredoras más en los últimos dos kilómetros. Y curiosamente tanto Didericksen, oro, como Bertizzolo, plata, lograrían sendas medallas, completando el podio la polaca Agnieszka Skalniak.