Oh my goodness Horner!

Lo que hemos vivido hoy en la Vuelta a España parecía que estaba escrito en un guión desde hace tiempo y el autor era uno de los organizadores de la ronda española. Y es que se llega a las etapas final decisivas con todo por decidir aún. Ni ganador, ni podium, ni nada.

Hoy en Peña Cabarga ha pasado lo que tenía que pasar en cierto modo. Ataques de gente como "Purito" Rodríguez y Alejandro Valverde que con más corazón que piernas han logrado mover el árbol. Árbol del que ha caído otra vez, como ya pasó en Formigal, el líder Vincenzo Nibali. De esto se ha aprovechado el de siempre, el abuelo Chris Horner que ha visto las debilidades del italiano y ha puesto un ritmo infernal, sin mirar atrás. Que me siga quien pueda, ha podido pensar. Poco a poco se han ido soltando gente como Valverde, más tarde "Purito" y al final Vincenzo Nibali.

El ritmo de ascensión del americano ha sido tremendo, con su estilo característico encima de la bicicleta, agarrado al manillar. Manillar colocado muy arriba como para no forzar mucho la espalda. Y es que tiene más de 40 años y eso se debe de notar. Lo que no debe notar para nada es pesadez de piernas y cansancio porque sin duda es el ciclista que más regular se ha mostrado en toda la Vuelta y que más en forma está en las etapas de montaña.

Esto hace pensar que las etapas de mañana y pasado va a seguir siendo así pero el ciclismo es algo que no está escrito hasta que se cruza la última línea de meta. La distancia que ha puesto de por medio hoy le ha hecho quedarse a tan solo 3 segundo del maillot rojo de líder que aún viste Vincenzo Nibali. Se aferra a él como si fuera un salvavidas pero lleva dos días sufriendo muchísimo por él. Mañana será una etapa típica asturiana con terreno complicado y difícil de controlar. El final en el Alto del Naranco no es muy duro y no debería hacer diferencias entre los favoritos. Todo lo contrario a la etapa del sábado con la llegada al infierno, es decir, el Angliru.