Vuelta interruptus

Todo hacía pensar que la etapa de hoy sería una de las más decisivas de la Vuelta a España de este año. Era una etapa dura, de esas etapas que se pueden decir "etapas Tour", con un kilometraje de más de 200km, con varios puertos duros enlazados y de gran dureza como Cantó, Bonaigua y sobre todo Balés y Peyragudes (por Peyresource). Además la etapa estaba enclavada en la última recta final de la Vuelta donde las fuerzas cada vez van siendo mucho menores. Si a todo esto le añadimos la dosis de ciclismo épico y desgaste que vivieron/sufrieron ayer los ciclistas, todo hacía pensar que la etapa de hoy sería dura y sobre todo decisiva para la clasificación general.

Al final lo único que ha faltado ha sido lo de decisiva porque todo lo demás lo ha tenido todo. Dureza, mucho ritmo y velocidad desde el comienzo y espectáculo. En el Port de Balés ha lanzado un ataque importante Nicolas Roche que apoyado por Olivier Zaugg y más tarde por Rafa Majka ha logrado arañar unos pocos segundos al resto de ciclistas importantes, pero pocos. Los demás por detrás han empezado a lanzarse ataques en la subida al Col de Peyresourde. Si bien estos ataques no parecían realmente muy duros, se ha visto que los ciclistas importantes de la Vuelta tenían fuerzas y ganas de hacer show.

Muchos de ellos no están conformes con su clasificación general y el hecho de verse tan cerca de los demás y con un puntito de fuerzas hace que lo intenten. Hemos visto ataques de Samuel Sánchez, Chris Horner, Thibaut Pinot, Joaquín Rodríguez y hasta Vincenzo Nibali.

En definitiva, una etapa dura donde se ha visto un ciclismo diferente al de años atrás, con muchos ataques y alguno desde lejos. Hemos visto ciclistas inconformistas con ganas de hacernos disfrutar. Mañana última etapa en los Pirineos con llegada a Formigal. ¿Veremos más espectáculo?

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