Llevo unos dÃas raros, como con un nudo en el estómago. Tranquilos no estoy enamorado. No sé lo que me pasa ¿será el cansancio y stress del trabajo? ¿nervios por alguna cosa? ¿una mala digestión? Hoy mientras estaba comiendo con mis compañeros de trabajo he sabido lo que era...estábamos hablando de ciclismo y he empezado a contar la historia de mi viaje a los Pirineos hace más de 2 años y medio. Un brillo en mis ojos ha aparecido, el nudo en el estómago se ha disuelto en cuestión de segundos y un fuego ha entrado en mi y es que ese viaje que hice con mi bici en el verano del 2011 ha sido uno de los momentos más bonitos y trascendentales de mi vida. Solo recordarlo me ha hecho sentirme como cuando coroné el mÃtico Tourmalet o cuando pude ver entre la espesa niebla la cima del Aubisque.
Ahora me encuentro delante del ordenador preparando y planificando ya mi viaje a los Pirineos para este verano, "
Pirineos on Tour 2013". Pero antes aquà os dejo un resumen de lo que vivà en 2011. Una coctelera de emociones y sentimientos. No eran solo puertos y km de carreteras. Era algo más para mi. Un reto, un gigantesco reto...
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Los curvones de Luz Ardiden |
Luz Ardiden
Mi primer gran puerto de mi viaje. Estaba nervioso al salir del Hotel porque entre otras cosas estaba lloviendo y habÃa mucha niebla. Sin embargo yo me encuentro mejor los dÃas asà que los dÃas de mucho calor. Empecé a ascencer Luz Ardiden y la verdad es que iba con algo de miedo por el nombre que tenÃa más que nada. Los km pasaban y me encontraba cada vez mejor. Muy concentrado y sin hacer locuras. Me vi a falta de pocos kms y ¡allà estaba! Coronando un puertaco como Luz Ardiden. Mi llegada a la cima fue espectacular, la pena que no hubiera nadie allà porque estaba que me subÃa por las paredes ¡¡Lo habÃa logrado!! El mito nacÃa, el héroe se forjaba....
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¡¡Qué grande soy!! |
Tourmalet
Tras mi "
exhibición" y mis buenas sensaciones del dÃa anterior en Luz Ardiden me encaminé hacÃa el Gran Coloso Pirenaico, Col du Tourmalet. Empecé sufriendo mucho desde Luz Saint Sauver. Hasta la mitad del puerto tenÃa las piernas muy duras, encasquilladas. Aún me quedaba la mitad del puerto y estaba empezando a sufrir bastante. Sin embargo llegué a la zona la estación de ski donde hay un pequeño bar. Repusé fuerzas y desde allà la cosa se ponÃa aún más dura con varios tramos de curvas de herradura y terreno de alta montaña. Los últimos km se me hicieron eternos, sobre todo cuando a falta de 500metros para la cima empezó a nevar ¡¡Una risa!! Y era Julio ;)
Es difÃcil de explicar con palabras, por muchas que intente juntar aquÃ, sobre mis sensaciones cuando llegué a la cima del Tourmalet. Me sentÃa el tipo más poderoso del mundo, ni drogas, ni pastillas, ni alcohol ni nada. Lo más motivante y exitante es subirse un puerto como el Tourmalet y verte allÃ, en la cima del Mundo.
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El último tramo de Troumouse es un infierno... |
Troumouse
Tal vez este no sea un puerto conocido pero sin duda es uno de los más bonito que ha subido y ya he "
tocado pelo" en Pirineos, Alpes y Dolomitas. En la primera parte un poco pestoso, con carretera mala con poco arcén. Pero desde que se entra en el Parque Natural del Circo de Troumouse donde no hay coches....¡¡Una pasada!! Toda la ascensión viendo el Circo, carretera de alta montaña, buen tiempo. Eso sÃ, la piernas estaban duras como piedras tras un Tourmalet que me hizo ver que este viaje se iba a hacer muy duro. Eso de subirse encima de la bici se habÃa acabado. El Tourmalet me dió un pullazo increible a nivel fÃsico pero sin embargo que dió alas a nivel emocional. A falta de 500metros para la cima de Tromouse hay una rampa durÃsima de más del 10% pero al pasarla ves en todo su esplendor el Circo y claro...se te quitan todas las penas. Un puerto precioso. Recomendable 100%.
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Mi querido y añorado "mojón" |
Aubisque
Otro de los Grandes Colosos de los Pirineos. Lo subà por la vertiente del Col du Soulor, que dicen es más suave pero más larga. La primera parte hasta la cima del Soulor bien. Casi podrÃa decir que muy bien. Muy buena carretera, buena cadencia y un ritmo bastante bueno para la altura de viaje en el que me encontraba. Tras el Soulor la cosa cambió radicalmente. Se pasaba a otro valle donde aún quedaban algunos km hasta llegar a la cima del Col d'Aubisque que se mi hicieron muy duros. Tal vez no eran los km más duros ni las rampas más complicadas pero estaba muy poco concentrado. Estaba nervioso porque estaba muy cerrada la tarde, hacÃa un dÃa muy malo para montar en bici. Mucho frio, muchÃsima niebla y ordas de ovejas, cabras, vacas y caballos salvajes a ambos lados de la carretera. Además habÃa que unir el enorme peligro que tenÃa al cruzarte con algún coche tanto de cara como de culo cuando no podÃa ni ver a 2 metros delante mia. Llegué a la cima con ganas de bajarme pero era imposible. Otra explosión de alegrÃa me entró por la boca y me llegó hasta lo más profundo. Ese mitido "
mojón" del Aubisque estaba allÃ, lo podÃa tocar. Las bicicletas gigantes....¡¡Enorme!!
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Contador fÃchame... |
Hautacam
Era el último dÃa, el último puerto. Para mi el más complicado según mis caracterÃsticas que se resumen en 90kg de peso por lo que las grandes rampas me hacen sufrir de lo lindo. SabÃa que serÃa el más duro para mi y conscientemente lo dejé para el final. Claramente fue un error porque llegué en reserva a su pies y el gigante Hautacam, que tenÃa en frente mia, estaba cabreado. El dÃa era perfecto. Buena temperatura, buen asfalto y pocos coches pero....Un terreno que picaba siempre para arriba, sin ningún descanso, con rampas que cada km se hacÃan más y más duras. Estaba muerto, pedaleaba por inercia. No podÃa más...En algunos momentos pensé en bajarme y desistir del intento. Pero tenÃa algo dentro que me lo impedÃa. No sabÃa que era, no lo podÃa controlar pero eso fue lo que decidió la batalla entre mis piernas y mi cabeza. Mis piernas decÃa: "
Para!!! No ves que no podemos más. Tenemos calambres. Déjalo y tómate una cerveza". Mi cabeza decÃa: "
No has venido hasta aquà para rendirte. Eso nunca pasará, tienes que seguir. La meta está cerca y tu reto tiene que cumplirse". Puede que no me creáis pero cuando và el cartel de la cima del maldito Hautacam se me llenaron los ojos de "
emoción"....estaba tocando el cielo tras morir en el infierno ¡¡Lo habÃa logrado!! Fue uno de los momentos más emocionantes de mi vida encima de una bicicleta. Tal vez no por el puerto, sino por la acumulación de emociones, esfuerzos y sentimientos. Otro momento de esos inolvidables es el chocolate caliente que me tomé viendo el atardecer desde la terrera del restaurante de la cima.
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