Estrategias para cumplir el programa de entrenamiento en época invernal

Nos acercamos a los últimos días del otoño, muchos ya han empezado los entrenamientos en bicicleta cara a la nueva temporada que se avecina, los días son más cortos y el tiempo por momentos desapacible y frío. Para bien o para mal toca acumular horas en el denominado “periodo de base” durante unas cuantas semanas de aquí en adelante, si nuestra temporada se centra sobre todo en el periodo primaveral y/o estival.

¿Cómo podemos ir haciendo el programa de entrenamiento que hemos perfilado sobre el papel, con tanto hándicap a la vista? Días de lluvia, frío, oscurece pronto, falta de tiempo, imprevistos personales o profesionales... Pues bien, todo es cuestión de mentalización y compromiso con uno mismo, saber flexibilizar y adaptarse a las circunstancias.

Por lo general, el grueso de las sesiones de entrenamiento durante estas próximas semanas van a girar alrededor de ritmos a nivel del umbral aeróbico sobre una base muy extensa de volumen, cara a ir cimentando el trabajo de otras capacidades que se desarrollarán más adelante, lo cual se traduce en bastantes horas semanales de entrenamiento, con intensidad media- baja. Con todo lo dicho hasta ahora, contamos con dos estrategias muy útiles para afrontar este periodo del año

Entrenamiento en Rodillo

Odiado por muchos y querido por tantos. El entrenamiento en este soporte es tanto o más válido que el realizado en carretera y más con los medios y tecnología con los que cuentan hoy día este tipo de aparatos. Como ventajas podríamos citar:
  • Podemos entrenar a cualquier hora del día independientemente de la meteorología y luz solar.
  • Entrenamientos más eficientes: no hay tiempos muertos por semáforos, tráfico, esperas etc… desde que te montas tu bicicleta en el rodillo hasta que te bajas es todo tiempo efectivo de entrenamiento.
  • Facilidad para controlar el esfuerzo: con las variables orógraficas y climatológicas anuladas y en un entorno completamente aislado del exterior, es muy sencillo controlar las variables de carga interna del esfuerzo: Fc, potencia y cadencia.
  • Contando con una buena ventilación e hidratándose adecuadamente el sistema cardiovascular y respiratorio no “reconoce” si está pedaleando outdoor o indoor, por lo que el trabajo fisiológico es prácticamente idéntico.
Como gran desventaja en el uso de esta herramienta para paliar los rigores del invierno, cito el gran aburrimiento que genera, ocasionado muchas veces por el lugar donde entrenamos: trasteros, garajes, habitaciones…. Un buen truco es tener un plan que contemple cambios de ritmo o un trabajo de intervalos estructurados eso hace que te concentres en el cumplimiento del plan y no del cronómetro, teniendo la sensación de que el tiempo pasa más rápido.

Entrenamiento Nocturno

Cuando cae la noche podemos seguir pedaleando con las condiciones de seguridad garantizadas: luces de visibilidad y prendas reflectantes. No se trata de salir a carretera abierta en plena oscuridad, pero existen muy buenas alternativas para rodar en polígonos industriales, urbanizaciones, áreas metropolitanas con pocos semáforos. Es increíble la cantidad de horas de entrenamiento que se pueden sacar con esta estrategia.

Lo ideal para afrontar este periodo del año es unir estas dos estrategias de entrenamiento a los días en los que la climatología es más favorable y podemos salir de día y con buen tiempo, ya que lo importante para que el entrenamiento sea efectivo en el periodo de base no es tanto cumplir el entrenamiento día a día por el libro, sino buscar la flexibilidad en los entrenamientos que nos permita llegar al objetivo final de cada semana, que es acumular las horas de trabajo programadas en dicha semana de entrenamiento.

Referencia

César Castro
Licenciado en INEF
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