Entrevista a Alberto Contador

Hace unos días tenía el placer de compartir unos minutos de radio con la gente de El Pelotón donde me preguntaron por mis inicios. En esos momentos cuando empezaba con Rueda Lenticular no podía imaginarme que años más tarde podría cumplir uno de mis sueños, entrevistar a uno de mis ídolos ciclistas, Alberto Contador. Hoy tengo el placer y honor de presentaros una entrevista realizada a uno de los mejores ciclistas de la historia, el pinteño Alberto Contador.

Tras su caída en el pasado Tour de Francia y su fenomenal victoria en la Vuelta a España, Alberto Contador mira a este 2015 con la ilusión de volver a ganar en dos de las más duras e importantes carreras del calendario internacional, Giro de Italia y Tour de Francia.

¿Cómo has pasado estas pasadas Fiestas Navideñas? ¿Has podido permitirte algún exceso en forma de turrón, polvorón, etc, o eres estricto en ese aspecto en época de pretemporada
Poca cosa. Ya se sabe que si quieres hacer una buena temporada, el trabajo empieza precisamente en invierno. No hay que coger mucho peso para poder hacer un buen trabajo de base, pero el sacrificio merece la pena.

¿Tu caída en el pasado Tour de Francia ha sido tu peor momento encima de una bicicleta? Dicen que es precisamente de esos malos momentos donde se sacan algunas conclusiones positivas o esperanzadoras ¿Cuáles has podido sacar de todo lo ocurrido con tu caída en el Tour de Francia y tu posterior "resurgir" en la Vuelta a España?
No, ese no ha sido mi peor momento. Haber pasado malos momentos de verdad, como una enfermedad o perder a alguien querido es lo que luego te ayuda a superar caídas, accidentes o abandonos en las carreras, por muy duros que sean. Cuando me caí en el Tour lo primero que pensé fue precisamente en eso, en empezar a prepararme para intentar estar en la Vuelta.

Alberto Contador llegando a meta exhausto

Además de estéticamente ¿te ha quedado alguna secuela física en tu rodilla?
No, he pasado consulta con los médicos que me atendieron y por suerte todo está bien en la rodilla, aparte de la cicatriz.

¿Cuál ha sido la etapa más dura o complicada que has disputado jamás? Esa etapa que se te queda en la memoria y en tus piernas, o bien por la dureza de sus rampas o bien por las condiciones climatológicas.
En este deporte se pasan muchos días malos. No hay una etapa en especial, pero el último mal día para mí fue el de la caída en el Tour de Francia, tanto por su gravedad como por las consecuencias de tener que abandonar en el objetivo más importante del año. También en ese Tour, unos días antes tocó hacer la etapa del pavé, bajo la lluvia, que nos puso a todos al límite.

Este año tienes planificado hacer Giro y Tour ¿Crees que sería posible disputar las tres grandes vueltas con opciones de pelear por la victoria como propuso Oleg Tinkoff o es una utopía hoy en día?
Hacer el doblete es algo muy difícil, pero se puede intentar, aunque sé que asumo un riesgo y que les doy un punto de ventaja a los rivales que sólo se preparen para el Tour. Pero después de planificar la temporada pensando sólo en ese doblete, la Vuelta sería demasiado. Hacer las tres, por el momento, sigue siendo un sueño.

Fuera de la época de competición ¿practicas otras disciplinas como MTB, ciclocross, pista, etc?
Alguna vez salgo en la bici de montaña, pero más que nada para divertirme y mantener el tono, sin más pretensiones. Lo importante en ese periodo es descansar y recargar las pilas.

Alberto Contador con la MTB en Lugano

¿Te ves en un futuro dirigiendo tu propio equipo de la Fundación Alberto Contador desde dentro de un coche? ¿O tienes intención de alejarte de la primera línea del ciclismo?
La Fundación es un proyecto apasionante y seguro que ocupará de alguna forma mi tiempo en el futuro, pero puede ser de muchas maneras, no necesariamente como director deportivo. 

Si tu hijo te llegase un día y te dijese: "Papa, quiero ser ciclista profesional" ¿Le animarías a pelear por ello o preferirías que se dedicase profesionalmente a otra cosa?
Si él quiere, ¿por qué no? Lo importante es apoyar a un chaval para que haga lo que más le guste, pero sin agobios.