Una España sin rematadores, a buscar sus bazas en el Mundial de carretera
Con
la prueba élite masculina se cerrará mañana el Campeonato del Mundo de
carretera Bergen 2017. Serán 276,5 kms, a partir de las diez de la
mañana, con salida desde Rong, un precioso paraje donde hoy también se
ha iniciado la prueba junior. 39 kilómetros de enlace hasta Bergen, 17,9
hasta completar el primer giro y llegar a meta y once vueltas completas
al circuito de 19’1 kms, con la subida a Salmón Hill como principal
dificultad: 1.500 metros, con la cima en el km 8, en una ascensión de 96
metros, al 6,4% de desnivel medio.
Jonathan Castroviejo, David De la Cruz, Imanol
Erviti, Jesús Herrada, Gorka Izagirre, Lluis Más, José Joaquín Rojas,
Luis León Sánchez y Marc Soler componen el combinado español un equipo
experto con solo dos debutantes, Izagirre y Soler, y con ciclistas con
bastante experiencia en pruebas de este tipo como ‘Luisle’, Herrada o el
propio Rojas, a pesar de ser su segundo Mundial.
Aparte del recorrido, el segundo condicionante del
recorrido puede ser la lluvia. “Parece ser que no lloverá y eso es
bueno para todos, para el espectáculo -comenta Javier Mínguez,
seleccionador nacional-. Porque 270 kilómetros, con siete horas de agua,
es algo que puede hacer la prueba muy dura. Y un carrera con lluvia
será muy diferente que sin ella. De nuestros corredores hay algunos que
les va peor y a otros que les favorece. Pero en general, preferimos que
no llueva”.
Aparte de las referencias de haber visto el
circuito en mayo y las de estos días en los entrenamientos de la
selección, Mínguez se queda con la de ayer en la prueba sub23.
“Normalmente suelen ser bastante válidas. Ayer fue una carrera
tranquila, pero en la rampa de Salmón Hill atacó el alemán y nadie le
pudo seguir, salvo el francés que le cogió bajando. Eso quiere decir que
si hay un ataque puede ser válido, aunque este a más de diez kilómetros
de meta. El Mundial es una clásica y por ello lo normal es que no se
llegue al sprint. Luego sabremos si es uno, dos, cinco o diez. Pero no
creo que sean cuarenta, como me decía el técnico de otra selección con
el que coincidía cuando vimos a ver los recorridos. Porque Salmón Hill
no es duro, pero tras 270 kilómetros de carrera es muy distinto. El que
tenga piernas se va a ir hacia delante”.
Sobre el posible desarrollo de la prueba, el
técnico vallisoletano tiene claro que “esto no es un partido de fútbol,
un equipo contra otro. Hay veintitantas selecciones y cada una con una
idea distinta. Hay equipos como Italia que piensan en un sprint, porque
traen a varios hombres rápidos, pero no tienen a uno con las máximas
garantías, como pueda ser Sagan, que no tiene selección por lo que
tendrá que aprovechar el control y el trabajo de otros. Sin duda Bélgica
es otra selección muy fuerte, la que más, pero tiene bazas muy
diferentes, Y también tenemos a Australia con Matthews, que es otro de
los hombres fuertes. Pero habrá que ver a selecciones como Holanda, con
Dumoulin, o Alemania, que sin Degenkolb seguro que hará una carrera muy
diferente. Y naturalmente Noruega, con Boasson-Hagen y Kristoff”.
En cuanto a las opciones españolas, Mínguez
termina: “Como digo siempre, en el hotel todos ganamos carreras. Pero
luego hay muchos condicionantes. Lo que está claro es que no tenemos un
rematador con garantías para el final, por lo que tendremos que
movernos. Tenemos esa ventaja de que no estamos limitados por tener que
esperar a la parte final, esa libertad de atacar, aunque luego veremos
si nos conviene una fuga o no. Dentro del equipo tenemos corredores
jóvenes, ambiciosos, y también gente con mucha experiencia, que puede y
debe intentar ser protagonista”.
FuentE: RFEC
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