Resumen del año. París Roubaix

Contra todo pronóstico Van Summeren ganó el pasado año

Y llegamos a la madre de todas las clásicas. Si bien Milán San Remo y Tour de Flandes son realmente espectaculares y duras, la París Roubaix es algo más, ya que para todos los ciclistas esta carrera es algo especial y vencerla te eleva a otro nivel. Será por sus numerosos tramos de pavés (más de 51 km), será por al público y la prensa que se vuelca con ella, no lo sé pero sentarse delante del televisor a ver esta carrera es algo irrepetible e ineludible.

En carreras pasadas pudimos comprobar que SuperCancellara no estaba tan super, a Tom Boonen le pesaban un poco los años y que Thor Hushovd no andaba del todo fino. Luego teníamos a otro grupito de favoritos de segundo nivel que podían dar la sorpresa como Flecha, Ballan, Eisel o Pozzatto pero que correrían a la espectactiva de los grandes capos. Pues bien, estos grandes capos como Cancellara y Hushovd se estuvieron vigilando toda la carrea dejando marchar por delante a un pequeño grupo de corredores que a la postre fue definitivo ya que uno de ellos, el joven belga Johan Van Summeren, logró ganar la edición del 2011.

Solo un último arreón de Cancellara la dio emoción al final pero no pudo ser y volvió a quedar segundo pocos días después de serlo en el Tour de Flandes. El podium lo completó otro corredor que venía de la fuga, el holandés Tjallingii.

Mención a parte, la actuación de Tom Boonen, que se vio que este año no era su año cuando en pleno esfuerzo en el tramo del Arenberg tuvo un grave problema mecánico y posteriormente tuvo otros problemas con caídas y más problemas mecánicos asi que este año se le vuelve a marchar otra París Roubaix y dio la sensación que estaba diciendo adiós a su gran poderío en este tipo de clásicas.