El precio de una París Roubaix

Ciclismo épico. Héroes del siglo XXI
La París Roubaix es una carrera especial, ya lo hemos comentado en varias ocasiones. Pero esta vez no vamos a hablar de la propia carrera en sí, sino de los momentos posteriores a cruzar la línea de meta. Todos los años vemos a ciclistas desvanecerse y tirados en el suelo del velódromo de Roubaix intentando recuperar algo de aliento después de casi 60km de pavé donde han tenido que sufrir de lo lindo.

Esta carrera marca los ciclista tanto en lo físico como en lo mental, y es que Roubaix tiene un aura especial que recorre todo la carrera. Gran cantidad de público en las cunetas, el mayor seguimiento mediático de la temporada y el paso por sectores míticos del ciclismo donde los más grandes han dejado su huella. Pero pasan los años y la París Roubaix se sigue cobrando muy cara. Eso no cambia.

Emmanuel Hubert merendó polvo
Son muchas las consecuencias de una participación en una carrera como esta y es por ello por lo que los grandes líderes de equipos llevan muchos años sin participar en ella. Contador, "Purito", Valverde, Evans, Wiggins, etc...no participan en Roubaix para evitar malas caídas, lesiones, etc. Tras el paso por los casi 60km de pavé dejan a los ciclistas varios días con fuertes dolores en muñecas, codos y sobre todo lumbares. A pesar de tener refuerzos tanto en guantes como en la cinta del manillar los ciclistas siguen mostrando las heridas en las manos que les provoca el paso por esos adoquines tirados sin ningún sentido hace cientos de años.

Haga buen o mal tiempo la París Roubaix es también dura por el polvo y el barro. En la carrera de ayer vimos el buen tiempo que hacía en la zona norte de Francia pero claro, eso significa polvo, mucho polvo. Ese polvo que poco a poco se va metiendo en los pulmones, en la boca, en los ojos, en todos lados. Las famosas duchas del velódromo de Roubaix es un regero de tierra que cae de los cuerpos doloridos de los ciclistas, perdón, héroes.

El pie de Greg Van Avermaet tras la París Roubaix 2013
Roubaix es especial, tal vez la carrera más dura de la temporada. Tienen que pasar unos cuantos días para la recuperación total del ciclista si no ha sufrido ninguna caída y percance físico. Es el alto precio que cuesta jugar con Monumentos del Ciclismo como la París Roubaix. Gracias a las redes sociales hemos podido ver algunas consecuencias de esta pasada edición. Una imagen que me ha llamado la atención es la herida en el pie que sufrió el belga del BMC Greg Van Avermaet debido a pasó tan violento por el pavé. Da miedo solo verlo. Es una prueba más de cómo es un ciclista profesional. Maltratado por la prensa pero idolatrado por la afición.





Héroes sobres dos ruedas

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