Motivación en el ciclismo, por Brígido Rubio


¿Eres del tipo de personas inconformista (en el buen sentido) con ganas de cambiar las cosas, las tuyas propias o el mundo?, ¿Conoces ese tipo de persona que siempre anda con alguna inquietud, con esa curiosidad bulliciosa y que parece que nada lo vence, que nada lo para?

Ese impulso que decora la vida de color, de cambio, de ideas y creatividad, de innovación, se llama motivación. Podríamos decir que la motivación es en parte la actitud misma, el catalizador de la acción y el combustible durante la misma.

Y, ¿qué tiene todo esto que ver con el ciclismo? Sin lugar a dudas por las características de este deporte la motivación es un factor, no sólo desencadenante del rendimiento en competición, sino la sabia del día a día y que da sentido a todas las horas de entrenamiento y dura preparación.
Desde aquel que vence o está en lo alto de las tablas de clasificación, hasta aquel otro que simplemente termina, el puente que los une, además de la disciplina deportiva, se llama MOTIVACIÓN.

En el ciclismo la motivación viene causada por diferentes estímulos combinados. En mayor o menor medida claro. Están aquellos a los que les gusta la bici y no saben por qué, los que han vivido el ciclismo desde que tienen memoria, otros que adoran el hecho de medirse en la competición, otros que simplemente quieren disfrutar de la libertad y velocidad que proporcionan las dos ruedas, otros que además buscan compartir su afición, otros que cuya devoción es viajar de un lado a otro conociendo diferentes lugares además de disfrutar de su bici, otros que viven de la bici como PRO o es su negocio aparte de su pasión, otros por motivos de salud, otros por admiración y formar parte de este deporte de algún modo, otros como una manera de superarse a sí mismos… y la mayoría por una combinación de muchas de estas cosas y otras que seguro se me escapan en este artículo.

Vivir es movimiento en todos los sentidos. Y, ¿qué mejor que practicando un deporte como el ciclismo? Muchos de los ciclistas aficionados en cualquier disciplina tuvieron que colgar la bici y la vida les ha permitido poder volver a dedicar algo de tiempo a este deporte duro y maravilloso. Otros comienzan a edades más tardías. Pero, ¿qué les motiva? El deporte es sin duda una de las actividades más apasionantes que existen. Por tanto podemos deducir que la gente que lo practica es apasionada. Desde fuera, seguramente, existan prejuicios sobre  qué sentido tiene dedicar “n” horas a la semana para no ganar nada. ¿No ganar nada? Vivimos sin duda en una sociedad donde lo que no produce un rédito económico tangible se margina a veces sistemáticamente. Hay que tener en cuenta que, PROs aparte, los aficionados hacen auténticos equilibrismos para balancear su vida personal con la bicicleta, con esto queda todo dicho. Lo uno no quita lo otro. Si no, con toda seguridad, la motivación se vería resentida. A veces la motivación viene, precisamente, de la falta de oportunidad. Pero el ciclismo es pasión y sentimiento y lo practican personas de todos los perfiles imaginables.

Hay quien prefiere los bares, centros comerciales, terrazas o salas de fiesta en su tiempo libre y hay quienes prefieren dedicar mucho menos tiempo a esto y desconectar con la práctica deportiva.
Tema aparte, como ya he mencionado, son los profesionales. Cuya motivación acaba siendo una combinación entre la vocación y lo contractual. Y son factores como; el desgaste y exigencias del entorno profesional, la falta de contratos, los cambios en la vida personal, las lesiones y la desmotivación, los que desencadenan el abandono de la bicicleta; algunas veces del todo y de manera radical. Esto mismo les sucede a jóvenes promesas, que con el paso del tiempo y su rápido desarrollo, así como los factores personales, falta de ayudas y motivación hacen que cuelguen la bici e incluso les cause rechazo. Ven que el mundo alrededor se mueve y avanza deprisa y la falta de seguridad, justificaciones y el querer vivir otras cosas les hace aparcar la bici por un tiempo o para siempre. La motivación por tanto se fundamenta en temas vitales para cada individuo, en función de sus necesidades.

Pero hablemos de la salud y los valores del deporte; dos factores de motivación esenciales. La salud obviamente mejora con la práctica de cualquier deporte; somos más fuertes, resistentes capaces. Valores como: la disciplina, la constancia, la capacidad de superación y de lucha, el compañerismo, la competitividad, son sin duda los principales valores del ciclismo. Por supuesto que al ciclista le encanta la máquina como tal, pero quiere volar con ella, quiere sentir. No es un simple objeto. Es su compañera de fatigas. Es un pasaporte a la felicidad. En cualquier caso, es una fuente de sentimientos que pueden motivarle o hacerle caer en el desánimo. Por eso la motivación depende en gran parte de las expectativas, cómo las gestionemos y el tiempo que tardemos en cumplirlas. En el ámbito del ciclismo profesional, donde todo corre deprisa, a veces ni nos damos cuenta de todos aquellos que se quedan en el camino, desmotivados o simplemente relegados. O aquellos que optan por atajos y acaban sin credibilidad ni honor llegando incluso a situaciones límite.

Por tanto, la motivación en cualquier asunto de la vida  y, en este caso, en la práctica del ciclismo, depende de lo que para nosotros signifique tener éxito; de nuestros objetivos, de aquello que nos satisface. Y siempre que uno cumpla sus objetivos, o el objetivo que se marque, estará motivado y satisfecho.

Para mucha gente el objetivo es completar una marcha tipo QH o similar, para otros el hecho de salir 2-3 días a la semana es ya un éxito, para otros subir un puerto en “n” tiempo o salir a entrenar y hacer medias de “n” kms/h, picarse con sus compañeros de grupeta, o simplemente salir a rodar. Para otros no vale cualquier cosa y es o ganar o hacer un top5, top10, etc. En un autonómico o en un nacional o más allá. Dependiendo del perfil de ciclista dónde nos situemos el compromiso será mayor y las probabilidades de desmotivarse, cuando algo sale mal, son también mayores. Pues la exigencia es también mayor.

Para aquellos cuya motivación sea más competitiva destaco estos factores, aunque esto se puede trasladar al día a día de cualquier deportista:

PASIÓN

Todos partimos de la pasión, incluso ese niño que un día ganó una competición importante comenzó con verdadera pasión. Por tanto sin pasión no existe ese paso hacia el objetivo y por tanto no hay motivación.

TRABAJO

Como segundo factor clave está el trabajo y la disciplina que conlleva. Es decir en función del objetivo que nos marquemos tendremos que realizar una cantidad y calidad de trabajo. El objetivo debe ser realista y acorde a nuestras posibilidades. También debe ser adaptable en función de nuestro momento personal. En el ciclismo es mediante una sencilla prueba de esfuerzo a través de la cual podemos evaluar nuestro potencial. Y, a partir de ahí, marcarnos objetivos realistas con ayuda de un entrenador personal, aprendiendo por ti mismo o aconsejado por compañeros con más experiencia. Objetivos a corto o medio plazo e ir, si nos apetece, subiendo el listón. Pero ojo: que esto conlleva TRABAJO. Hay personas que cuando escuchan esta palabra ya reculan o bien moderan sus objetivos. El trabajo en sí mismo es motivante, tanto en cuanto es la práctica misma del ciclismo en un alto %.

FOCALIZARSE

Un tercer factor que yo indicaría es FOCALIZARSE. Has de tener claro tu objetivo y tu nivel de compromiso en tu contexto y en la medida adecuada a tu realidad. Tienes que tener claro lo que tienes que hacer para llegar donde quieres y mantenerte concentrado en tu objetivo.

ÁNIMO

Como cuarto factor pondría el ÁNIMO. Que es aquello que hace que mantengas y cumplas el trabajo. Esa constancia que al final te hará avanzar. El ánimo tiene una relación directa con la motivación. Si no hay motivación lo primero que se pierde es la fuerza de voluntad y el ánimo de realizar esas salidas o entrenos que tienes que hacer con tu bici.

MEJORAR

Como quinto factor está el de mejorar. Mejorar en el proceso de trabajo, en las estrategias para estar motivado y mantener el empuje. Mejorar en el rendimiento: ésto lo podemos evaluar de muchas maneras. La más sencilla es que vamos más rápido sobre la bici y nos cuesta menos hacer los mismos esfuerzos. Pero ojo. Hay que ser objetivo al máximo y hoy disponemos de muchas herramientas que pueden indicarnos la mejoría o no. Cuanto mejor midamos hay que gestionar mejor esa información para no caer en el desánimo o engañarnos porque, por ejemplo, ese día soplaba viento a favor subiendo ese puerto tan duro y hemos mejorado. Mejorar también la técnica en la bici, en cómo comer, los descansos, el material y otras estrategias durante una marcha o competición. Pero todos estamos de acuerdo que notamos claramente cuando mejoramos. Y como no mejorar en comparación con nuestros rivales.

PERSISTENCIA

Como sexto esa capacidad de persistir y pelear diariamente por poder realizar ese trabajo necesario manteniendo la moral alta y la energía arriba. Siempre hay factores externos al deporte que nos afectan emocionalmente y cambian nuestro orden de prioridades. Pero siendo persistente en el tiempo llegan los resultados y la motivación se refuerza. La persistencia viene dada, sobre todo, por la capacidad de trabajo y mejoría.

Todos tenemos la llave de nuestra motivación. Como todo en la vida no todos somos los más altos, ni los más guapos e inteligentes. Hay que ser humilde, nadie siempre está en su mejor momento. Pero seguro que todos podemos encontrar satisfacción en la vida y en este  deporte si lo planteamos de la manera adecuada.

Si disfrutas sólo con salir a rodar y eso te da la vida, ya eres un feliz y un afortunado motivado. Además tu salud te lo agradecerá y vivirás experiencias muy motivadoras. Si eres de los que te gusta competir contra rivales en carreras oficiales, esa adrenalina, asunción de riesgos, entonces adquieres un compromiso mayor y tienes alma de ganador y la responsabilidad de medir tus resultados para mantener la moral alta cuando no te salen las cosas o compartir los éxitos con tus compañeros.

Los límites están en ti. Sólo debes aprender a conocerlos y disfrutar descubriéndolos. Al final lo importante es todo aquello que te devuelve la bici; salud, experiencias, logros y sensaciones maravillosas, compañeros a los que admirar, con los que compartir y aprender, paisajes increíbles y sobre todo la sensación de estar vivo.



Referencia

Brígido Rubio
Crossbiker Pina Team



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