Con el viento a favor

El viento, por definición el enemigo número uno de un ciclista. Puede llover, nevar, hacer frío, puede ser un día de verano a las 4 de la tarde que todo ciclista está dispuesto a salir a dar pedales. Pero cuando hace viento, algo nos echa para atrás, nos para. O eso, o salimos a entrenar y llegamos con un enfado de narices porque la media ha sido un desastre. Me he puesto a reflexionar sobre el motivo de esto. Por qué un cambio de dirección nos puede hacer tanto daño y creo que es porque no estamos acostumbrados a que nadie nos lleve la contrario. Me explico, un ciclista es cabezota de nacimiento y suele hacer todo lo posible para sus objetivos se cumplan, pero el hecho de que haga viento, de que no lo controlemos, de esforzarnos y no conseguir lo que tenemos marcado para ese día nos desmoraliza. Y eso no debe ser así.

Desde que empecé a escribir aquí, han sido muchos los artículos en los que he defendido que hay que marcarse un objetivo e ir a por él con todas nuestras fuerzas, solo así lo conseguiremos, pero ¿qué pasa si no lo conseguimos? Van a ser muchas las veces que nos caigamos de la bici, que no salgan las cosas como las teníamos planeadas, que no sea nuestro día o que por una milésima de segundo todo se vaya al traste. ¿Qué hacer en ese momento? La respuesta es nada, ¿qué podemos hacer? Lo pasado es eso, pasado. Por mucho que nos comamos la cabeza pensando en qué hubiera pasado si lo hubiéramos hecho de otra manera diferente, no vamos a cambiar la situación. La vida es así, unas veces se pierde, otras se gana, pero siempre se aprende. Se aprende que cada segundo desperdiciado es un segundo que no vamos a volver a recuperar, que debemos hacerlo todo con pasión, nunca por obligación, que no hay que rendirse por muy mal que vayan las cosas, que no queda otra que seguir adelante y que el futuro nos pertenece. Aprenderemos que las cosas buenas de la vida no tienen que ser necesariamente eso, cosas, que un paseo en bicicleta, una parada para desayunar con la grupeta, el llegar a casa reventado después de un buen entrenamiento, la siesta de después o ver que las cosas pueden funcionar, es suficiente para seguir tirando del pelotón.

Porque el viento es un obstáculo más, algo que nos dificulta el camino, pero sin duda necesario para mejorar. Además pensadlo, como siga así el tiempo para Junio tendremos unas piernas que podrían parecer las de Cancellara. O sino, tiempo al tiempo.


Referencia

Cristina Arconada
Estudiante de Periodismo e Historia
Ciclista equipo EnBici (MTB, ciclocross y carretera)
twitter: @CrisBiciclista
facebook: https://www.facebook.com/cristina.arconada.9

1 comentario:

  1. Me gusta siempre mucho lo que dices Cristina y como lo dices. Llena de optimismo y ahora no nos viene nada más. Gracias. Ester y Sofía.

    ResponderEliminar