Leire Olaberria no pudo lograr el pasaporte para Río
La puntuación, la prueba que le dio la gloria
deportiva a Leire Olaberria, con esa medalla de bronce en los Juegos
Olímpicos de Pekín, hace ocho años, ha sido la que se la ha quitado hoy
en Londres, al impedirle clasificarse para sus terceros Juegos
Olímpicos. La undécima plaza lograda hoy en el omnium, con 100 puntos,
no basta para lograr el pasaporte a Río, aunque hay que reconocer que no
ha sido un mal resultado en Londres sino la mala racha del 2014-15 la
que al final ha pesado a la hora de no poder ir a los Juegos. Ese
‘trece’ que llevaba la guipuzcoana como dorsal ha vuelto a ser el
símbolo del infortunio.
Pese a todo, Leire no llegaba mal a la puntuación,
décima, a un paso de la clasificación matemática… y empatada a 98
puntos con la italiana y la cubana. Y cuando en el primer sprint la
española cogía dos puntos y se colocaba novena todos empezamos a soñar
con esa posibilidad y más viendo su actitud en carrera.
Sin embargo, el decorado de la prueba cambió
radicalmente. Por un lado, la cubana Marlies Mejías se llevaba tres
puntos en el tercer sprint, adelantando a la española. Quedaba mucha
carrera, pero una vuelta ganada posteriormente por la caribeña cambiaba
radicalmente la situación y más aún cuando la neozelandesa Lauren Ellis
ganaba dos vueltas ante la pasividad del grupo y también superaba a la
española. Total, una undécima plaza que ya sería imposible remontar en
lo que quedaba de prueba ya que las corredoras que le precedían se iban a
casi veinte puntos o más.
Por lo demás, Laura Trott se bastó con puntuar en
unos pocos sprints para mantener su privilegiada plaza y llevarse el
omnium, con 201 puntis. Más cerrada fue la batalla por el podio con
Laurie Bretón y Sarah Hammer. La norteamericana cogió la delantera en
los sprints, pero la gala se tomó la revancha –y la plata- en el último:
183 a 182.
Antes de eso, la española lograba la séptima plaza
en los 500 metros (35.705), subíendo un puesto en la general, undécima
pero empatada con la décima, la alemana Anna Knauer. La victoria
correspondía a la australiana Anette Edmondson (35.095) con Trott en
tercera posición y Hammer en la décima, con lo que se rompía la igualdad
en cabeza entre ambas.
No tengo nada que decir, el ciclismo es así. Tenía una buena oportunidad, sabía lo que tenía que hacer en esta puntuación, pero no lo he podido hacer. No puedo tener ninguna queja, ni poner ninguna excusa, porque yo he sido la responsable de mi preparación en estos cuatro años y he trabajado lo que pensaba que tenía que hacer. Pero en la vida todo termina y ahora se acaba un ciclo que empecé hace trece años. He sido muy feliz, aunque me quede el regusto amargo de lo de hoy. Eso sí, si me dicen entonces que las chicas iban a ir tan rápidas como en este omnium no me lo habría creído. Solo quiero dar las gracias a todos los que han creído en mí y me han apoyado”.
Fuente: RFEC
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