L-Carnitina: nuevo rol sobre el rendimiento
Las grasas juegan diferentes papeles en nuestro organismo, entre los que destacan su función estructural, de reserva y aporte energético, protectora y de aislante térmico, asà como su función reguladora al actuar algunos lÃpidos como hormonas y vitaminas.
La grasa corporal se almacena en forma de unos compuestos quÃmicos llamados triglicéridos (o triacilglicéridos). Son unidades formadas por una molécula de glicerina unida a tres ácidos grasos, que se liberan cuando hay una demanda energética, rompiendo esas uniones y siendo transportados por la carnitina al interior de las células musculares donde se encuentran la “caldera metabólica” (mitocondrias), donde se oxidan produciendo energÃa al ciclista.
La L-carnitina endógena (la que fabrica el organismo), en su forma biológicamente activa, es una proteÃna natural sintetizada a partir de dos aminoácidos esenciales (metionina y lisina) en el hÃgado, los riñones, el cerebro y los testÃculos. Desde estos sitios la L-carnitina es transportada hacia otros órganos que no pueden sintetizarla, como la masa muscular y el corazón.
La L-carnitina que fabrica él organismo es fundamental para el transporte de ácidos grasos de cadena larga a través de la membrana mitocondrial, para la posterior descomposición de grasas y generación de energÃa durante la práctica de ejercicios aeróbicos, como lo son algunas modalidades de ciclismo.
Inicialmente, la suministración de complementos orales de L-carnitina se aplicó para la pérdida de peso graso y el tratamiento de enfermedades cardiovasculares, al favorecer el metabolismo de los ácidos grasos y reducir los sÃntomas de debilidad muscular.
Con el paso del tiempo, los últimos trabajos cientÃficos publicados apuntan hacia un nuevo rol en los trabajos fÃsicos de fuerza de la l-carnitina exógena, proveniente de los complementos alimenticios, entre los que destacan:
- Reducción del daño celular, al atenuar la hipoxia creada durante un ejercicio intenso.
- Minimizar la generación de radicales libres producidos por el estrés mecánico y el aumento de la demanda metabólica.
- Optimiza la acción hormonal al mantener la integridad de la célula, manteniendo la densidad e integridad de los receptores para la acción de la testosterona y la GH.
- La acción anterior favorece la regeneración de los substratos y la hidratación celular, asà como la sÃntesis y el balance neto de proteÃnas musculares.
Por otro lado, debemos tener en cuenta que las principales fuentes de l-carnitina a través de la alimentación tienen un origen animal, siendo recomendable la suplementación en aquellos ciclistas que en su alimentación no esté presente esta fuente.
El nuevo rol que apuntan estos trabajos cientÃficos recomienda, para ciclos de 2-3 semanas, ingerir 2 g de l-carnitina de 2 a 3 horas antes de la práctica deportiva y otros 2 g justo al comienzo.
Sin embargo, si el periodo de entrenamientos y/o competiciones que requiere mayor rendimiento en términos de fuerza es superior a las 2-3 semanas, la toma de 2 g/dÃa durante 9 semanas ha resultado efectiva.
Como hemos visto, la introducción de L-carnitina en el planning nutricional del ciclista en periodos donde se requiera un incremento de la fuerza puede resultar de utilidad para una mejor recuperación, al optimizar la acción hormonal (GH y testosterona) favoreciendo la regeneración de substratos y la hidratación celular.
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