Tengo una teoría


Tengo una teoría. Se llama la teoría del diábolo. Sí, lo sé. Tal vez os de igual, os parezca una tontería. Pero quiero contárosla, por lo menos para que reflexionéis un poco. Os puede parecer totalmente cierto o podéis pensar que no es así, pero visto lo visto, creo que deberíais al menos leerla.
Hace poco, volví a competir. Y me he dado cuenta de una cosa: no conocía a la mayoría de las personas que corrían. Y si probablemente fuera al resto de carreras me pasaría exactamente lo mismo. ¿Por qué? Porque la mayoría de las personas con las que llevo     compitiendo toda la vida han dejado el ciclismo. Es triste pero es así. Cada vez son más los jóvenes que deciden aparcar la bici indefinidamente y sinceramente, no les culpo.

El mountain bike es una de las disciplinas más duras que conozco. Los que competís en carretera podéis matarme pero es así. Algo falla, o puede que no sea algo, que sea todo. Desde el apoyo familiar, hasta el apoyo federativo pasando por las exigencias físicas o mentales que conlleva esto. Y es justo ahí donde me quiero detener, en las exigencias: Una vez llegados a cadetes, los corredores deben realizar el mismo circuito que un élite. Pensemos, ¿un niño de 14 años puede llegar a tener la misma fuerza que un élite? Si es así, ese chaval nunca llegará a desarrollarse correctamente, pues se le ha exigido demasiado pronto. Sí, no dan las mismas vueltas, pero la exigencia del circuito es la misma para todos. El salto de infantiles a cadetes es muy grande, tanto que la mayoría de los chicos a esa edad deciden irse. Y si no lo hacen, en categoría sub23 es cuando deciden abandonar.

He aquí mi gran teoría: si vemos el número de inscritos en categorías escuelas vemos que el número se va reduciendo según se van haciendo mayores. Y que cae en picado cuando suben a cadetes. Luego, en categoría master vuelven. Curioso, actualmente hay más master que cadetes o juniors. Y esto, dice mucho.

Dice la base se va perdiendo y que dentro de unos años, no habrá casi élites con los que competir. Dice que no se están haciendo las cosas bien y que tal vez se deberían cambiar las cosas.
Luego está la polémica, la gran frase que todo buen experto en ciclismo suelta: “pero es que si le gusta, va a seguir, pase lo que pase”. Mentira, esto no es así. Una persona desmotivada, que no recibe apoyo, no va a seguir solo porque le guste. Es más, probablemente lo deje y cuando se sienta preparado y sin presión alguna, volverá. Es decir, en categoría master. Es así.

¿Qué se puede hacer? No lo sé. Por desgracia no está en mis manos. Pero me gustaría que los niños que están corriendo ahora en categorías escuelas no lo dejaran, que siguieran, que descubran lo bonito del ciclismo, que vivan experiencias como las que yo he vivido encima de la bicicleta y que no lo dejen porque es demasiado dura, porque no reciben apoyos o porque simplemente se han quemado demasiado pronto. Eso puede que no esté en mis manos, pero sí en la de entrenadores, directores de escuelas, padres y federaciones.

Solo es una teoría, puede que no sea cierto, puedo estar equivocada, pero los hechos no mienten. Y sino, tiempo al tiempo.


Referencia

Cristina Arconada
Estudiante de Periodismo e Historia
Ciclista equipo EnBici (MTB, ciclocross y carretera)
twitter: @CrisBiciclista
facebook: https://www.facebook.com/cristina.arconada.9

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