Jose Vicente García Acosta, más conocido como
Txente, el gran Txente. Ayer en una rueda de prensa en su localidad natal de
Pamplona anunció que lo deja tras 17 años como profesional de la bicicleta, todos ellos bajo la dirección de
Eusebio Unzue.
Hace unos meses despedíamos del profesionalismo a otro grande,
Iñigo Cuesta y hace unas semanas a
Carlos Sastre, ahora toca el turno a otro de esa misma generación. Todo ellos son un modelo para la nueva hornada de ciclistas que está empezando a meterse en el pelotón internacional. Siempre con una sonrisa en la cara, dispuesto a todo sin una mala palabra. Al igual que comenté cuando lo dejó Iñigo Cuesta son ese tipo de personas que sin conocerlas personalmente sabes que son buenos tipos porque tras 17 años en el ciclismo donde existen roces, envidias y tensiones se ha ganado el respeto y admiración de todos. Esto demuestra lo que es este navarro de porte de pívot de baloncesto.
Encima de la bicicleta pues, ¿Qué podemos decir de él? El gregario por excelencia, todo sacrificio, profesionalidad y visión de carrera. Empezó ayudando a gran
Miguel Indurain, luego llegó
Abraham Olano, después
Alex Züelle,
Oscar Pereiro,
Alejandro Valverde, etc. Para todos ellos Txente era el hombre en que confiaban, mantenía la calman en el pelotón y sabía moverse perfectamente por él. Todos le buscaban cuando en la carrera había tensión por empujones, viento o codazos, era su Ángel de la Guarda sobre la bicicleta.
Victorias individuales pocas, pero de calidad, una en el
Tour de Francia y dos en la
Vuelta a España. Sin duda un ciclista inolvidable que ya forma parte de la historia del ciclismo mundial.
Gracias Txente.
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Un auténtico líder en el Movistar |
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Su gran victoria en el Tour de Francia |
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Repitió poco después en la Vuelta a España |
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Dándolo todo en las Clásicas belgas |
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Pura potencia en las cronos |
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El ciclismo hecho gregario |
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