Sergio Pardilla: "En 2013 hemos cumplido todos los objetivos, incluido el deportivo"

Las clasificaciones, el número de victorias, el palmarés o los puntos UCI forman parte de la esencia del ciclismo de alta competición. El triunfo es la meta a alcanzar y también la barrera que define éxitos y fracasos. Para todos los equipos ciclistas, un buen año es aquel en el que los resultados cumplen o incluso mejoran las expectativas. Y como suele suceder ante afirmaciones rotundas, siempre hay una excepción que matiza el valor de estas afirmaciones. Todos los equipos otorgan una gran importancia a los resultados excepto el MTN-Qhubeka, la formación del manchego Sergio Pardilla, el único español del primer equipo profesional africano de la historia. Y aunque los resultados no representan una prioridad para los negros y amarillos, los triunfos deportivos, incluida la Milán-San Remo, hacen de su primera campaña en la élite un rotundo éxito.

Este primer año en el MTN-Qhubeka ha sido una experiencia preciosa. El equipo tiene una filosofía distinta a otros. No se vuelven locos por el tema de puntos ni hay presión por conseguir resultados. Obviamente, hacer un buen papel en las carreras es importante, pero tiene el mismo valor transmitir el mensaje de Qhubeka y formar a los jóvenes talentos africanos para que en un futuro el equipo pueda disputar el Tour con corredores de este continente”.

Y para transmitir el mensaje de Qhubeka, que versa en la importancia de la bicicleta para hacer la vida más sencilla a los habitantes del continente africano, el equipo ciclista repartió durante la pretemporada decenas de miles de bicicletas en las aldeas sudafricanas.

Sentías que estabas haciendo algo importante, que estabas ayudando a mucha gente, que gracias a las bicicletas que les entregábamos (no como regalo sino a cambio de, por ejemplo, plantar árboles frutales que a su vez proveían de alimentos y sombras a las propias aldeas) ahorraban mucho tiempo en sus desplazamientos. Fue una experiencia que hemos tratado de transmitir durante el resto de la temporada”, dice Pardilla, de 29 años.

Por su experiencia y sus condiciones, el escalador de Membrilla se ha convertido en una de las piezas básicas del engranaje del equipo y ha respondido al trabajo de sus compañeros compartiendo su conocimiento del ciclismo profesional. “Forma parte también de la filosofía del equipo: el intercambio como forma de mejorar. Así se hace en las aldeas africanas y así lo hacemos en el equipo. Mis compañeros me han ayudado muchas veces en carrera y yo he tratado de enseñar a los más jóvenes cómo se compite en Europa y lo que implica ser un profesional. Hemos avanzado mucho y aunque es difícil mejorar los resultados deportivos de esta temporada, seguro que el año que viene irá aún mejor”, dice.

Fuente: Prensa A&A

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