Gracias por todo Wiggins


Tras cruzar la línea de meta en el velódromo de Roubaix y descansar un poco junto a algunos compañeros, Bradley Wiggins fue camino a las famosas duchas de Roubaix y colgó de forma definitiva su equipación del Sky. Era su última carrera con el equipo que tantas gloria le ha dado. Una retirada planificada desde hace tiempo y elegida por él mismo. Quería hacerlo en el Monumento de los Monumentos, en el Infierno del Norte, que es como se conoce a la París Roubaix.

Tal vez sea capricho del destino, pero sus últimas pedaladas como ciclista profesional de carretera las dio sobre un velódromo que tantas alegrías ha dado a "Wiggo" en el pasado y que pretende alargar hasta los Juegos Olímpicos de Río de Janerio.
Wiggins se retiró atacando en Roubaix

Tras las tensiones existentes entre los dos grandes "cappos" del Sky, Chris Froome y Bradley Wiggins sobre la capitanía del equipo en el Tour de Francia del año pasado, las relaciones entre Wiggins no eran las mejores y la elección de Froome como líder del equipo Sky hizo que Wiggins tomase la decisión de dejar el equipo a final de año. Es lo que se suele decir, "moverle la silla a uno". Los jóvenes vienen apretando fuerte y Wiggins lo sufrió en sus propias carnes apesar de ser un grandísimo ciclista como es el británico.

Sin embargo, su pasión por el pavé de Roubaix hizo que ampliase su contrato con el Sky hasta justo el final de la París Roubaix con el fin de poder disfrutar por última vez de la carrera que más ilusión hacía al británico. Un final lleno de romanticismo en un mundo del ciclismo que cada vez ve cosas como estas donde los sentimientos de un ciclista se anteponen a otros aspectos más "carnales".
Roubaix, su gran pasión, su carrera.

Ahora Wiggins se centrará en dos grandes objetivos, el Récord de la Hora y los próximos J.J.O.O. de Río de Janerio donde pretender agrandar aún más su leyenda sobre la pista donde tiene 7 medallas Olímpicas, 4 de ellas de oro. Todo un referente dentro de la pista que ahora podrá disfrutar de uno de los ciclistas con una mejor planta sobre la bicicleta.

Ver rodar a Wiggins con la bicicleta de contrarreloj es siempre un placer. Todo un espectáculo ver el británico rodar acoplado en su cabra con una postura perfecta y un pedaleo ágil pero potente. Ver como domina la bici de contrarreloj, como traza con ella y como rueda como si fuese fácil. Sin duda uno de los mejores contrarrelojista de la historia del ciclismo y con una planta que será recordada por mucho tiempo.

Gracias por todo Wiggins

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