Coloma logra el bronce olímpico tantas veces soñado


La medalla olímpica era su gran sueño y ha llegado esta tarde en Río de Janeiro: Carlos Coloma conseguía la medalla de bronce en la prueba olímpica que suponía la coronación del cinco veces campeón del mundo Nino Schurter (Siza), que superaba en 50” a Jaroslav Kulhavy (Chequia) y en 1:23 al español.

David Valero, con una notable carrera de menos a más, quedaba noveno a 3:32, después de haber rodado la última vuelta entre los ocho mejores, aunque tuvo que ceder ante el bicampeón olímpico francés Julien Absalon. En cuanto a José Antonio Hermida, no pudo tener la despedida que le hubiera gustado, acabando decimoquinto a 4:53.

La carrera estuvo marcada de inicio por sendos pinchazos de Absalon y de Peter Sagan. El francés remontaría muchas posiciones, pero nunca se acercaría a las posiciones de medalla; el checo, con una portentosa salida desde la última línea, se colocaba con los mejores, aunque habría que haber visto si podía haber aguantado ese ritmo en toda la carrera, pero la verdad es que terminaría abandonando. En cambio la intensa lluvia caída por la noche apenas se dejó sentir en un circuito que, como se sabía, drenaba muy bien y que difícilmente se podría haber convertido en un barrizal que distorsionase la carrera.

Schurter fue el más fuerte desde el inicio, y junto a él Coloma, rodando juntos y destacados en la segunda vuelta. “Siempre he dicho que en una prueba de un día podía pasar cualquier cosa y he salido así, con esa mentalidad, Y cuando he visto que íbamos Nino y yo solos, que había hueco y me ha pedido que le diera un relevo no me lo he pensado, porque se trataba de la medalla y esa era la oportunidad”, comentaba el riojano.

Pero la llegada de Kulhavy no le hizo bien al español que terminaría cediendo de la cabeza, algo que tendría su lógica ya que podría haber acusado el intentar mantener el fuerte ritmo de cabeza. “No ha sido cuestión de fuerzas, porque iba con unas piernas como nunca. Y en las subidas les aguantaba sin problemas. Era en las zonas técnicas en las que perdía contacto. Son dos de los mejores del mundo y al final he cedido, peor no porque no estuviera tan fuerte como ellos”, añadía el español.

El peligro para el riojano era el francés Maxime Marotte, que llegaría a su altura al inicio de la cuarta vuelta, aunque siempre se le vio un puntito por debajo de Coloma. “Marotte me ha dicho que iba en la línea roja y se iba quedando, pero no terminaba de quedarse. Le he dejado que tirase y ahí he visto que tenía opciones. Hay que ser humilde y saber que es uno de los mejores del mundo y que siempre te podía sorprender. Pero hoy era el día de mi vida. Y en esa última vuelta, en cada curva, en cada repecho he dado todo por dejarle hasta que lo he conseguido”. A falta de media vuelta le dejaba para lograr esa medalla de bronce, su apuesta personal desde principios de temporada, desde que una fractura de hombro a comienzos del 2013 le supuso un calvario del que tardó más de un año en recuperarse, desde que en Londres 2012 supiera -con su diploma olímpico- que podía estar entre los elegidos en unos Juegos… Desde siempre.

En meta, un gesto que lejos de ser obsceno -echarse las manos a sus partes- demostraba una filosofía. “He querido demostrar que todo se puede superar luchando, con esfuerzo. Que el espíritu olímpico son también raza y cojones. Hay que dejarse todo por lograr tus sueños. He pasado años muy difíciles con la lesión, con otros problemas y hoy es la mejor recompensa. Lo más bonito es que sean tus rivales los primeros en felicitarte. Y quiero acordarme de todo el equipo, que han trabajado mucho estos días para que la carrera saliera perfecta”.

Antes de ese desenlace, concretamente a falta de vuelta y media, Schurter había dejado a Kulhavy y volaba hacia la victoria, con tal intensidad que en meta llegaba a casi un minuto la diferencia entre los dos.

En cuanto a los otros dos españoles, Valero hizo una carrera de menos a más. No tuvo una buena salida, rodando en el puesto 24 en la primera vuelta. Pero poco a poco fue recuperando posiciones: duodécimo en la tercera vuelta y noveno en la quinta, para meterse entre los ocho primeros de forma provisional… aunque tuviera que ceder ante Absalon.

“Alguno tiene que hacer noveno -comentaba en broma el bastetano-. Estoy contento con el ritmo de carrera, con las sensaciones que he tenido y con el balance general, ya que para ser mis primeros Juegos no se me ha dado mal. Lo peor ha sido la salida. Todavía no sé que me ha pasado, si me han cerrado o no, pero ha sido un error muy grave que me ha perjudicado, ya que he tenido que remontar. Pero como tenía buenas piernas, he ido hacia delante y me siento satisfecho”.

Pero a Valero se le notaba tremendamente feliz por el éxito de su compañero de equipo en MMR y amigo, Coloma. “Lo que ha hecho hoy ha sido algo muy grande. Venía preparado para ello y lo ha hecho. Todos estamos contentísimos porque Coloma no es solo un compañero”.

Peor le fue a Hermida, que también se recuperó de una mala salida para rodar entre el 14 y el 16 buena parte de la prueba. “Lo mejor es que hemos vuelto a vivir un momento histórico de volver a esa dinámica de las medallas en los Juegos, que comenzó con Marga Fullana en Sydney y siguió conmigo en Atenas. Y para Coloma después de todo lo que ha pasado, bien merecida recompensa y todos muy contentos porque era el día y lo ha clavado”

Sobre su carrera, comentaba que “en el ‘start loop’ se me ha salido la cadena y he tenido que parar para ponerla a mano. He pasado por meta muy rezagado y ya sabía que me tocaba ir a la contra, remontar lo más que pudiera. Y si en una carrera normal ya es difícil, imagínate cuando tienes un problema así, que tienes que jugar al filo de la navaja. Y aunque no me he hundido, en la sexta y séptima vuelta lo he pagado. Me quedo con la experiencia de haber vivido cinco juegos, pero esto no es sino una carrera más, hay que tomárselo así y no darle más  vueltas”.

Lo que si ha dejado claro Hermida es que esta no ha sido su última carrera como pasó con su amigo ‘Purito’ Rodriguez. “Tengo la Copa del Mundo de Andorra, que es muy especial por estar tan cerca de casa y algunas carreras más con el equipo. Luego habrá un periodo de reflexión, para ver lo que hago en 2017, ya que no voy a seguir en el cross country pero sí quiero seguir haciendo mountain bike, pruebas tipo Cape Epic, aunque aún tengo que terminar de meditarlo”.

Fuente: RFEC

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