Turno de Hungría, el ‘Tour de Francia’ particular del Polartec-Kometa


Tempus fugit. El tiempo es fugaz, que decían los clásicos. La temporada ha devorado, una tras otra, buena parte de las pruebas del calendario y el Polartec-Kometa continental, en su primer año de vida, se ha plantado ante el tercero de sus tres grandes retos de su curso fundacional. Por las grandes conexiones de su patrocinador Kometa con Hungría, no en vano la empresa tiene muchos intereses en un país donde cuenta con varias factorías y emplea a cientos de personas, la Vuelta a Hungría es mucho más que una competición para el equipo madrileño.

Una Vuelta a Hungría que, más allá de evocaciones exóticas, por desconocimiento, remonta sus  orígenes al primer tercio del siglo XX. La primera edición se celebró en 1925 y, obviando parones, arrancadas e interrupciones, viene disputándose de forma continuada desde 2015 tras haber encadenado ocho ediciones entre 2001 y 2008 y seis entre 1993 y 1998, el primer periodo que volvió a las carreteras desde 1965. “Para nosotros es nuestro Tour de Francia”, condensa Fran Contador, mánager de la Fundación.

Un prólogo y cinco etapas, 800 kilómetros de recorrido, son el escenario donde la formación auspiciada por la Fundación Alberto Contador buscará ser protagonista de un bloque hispano italiano que condensa el espíritu de su plantilla y de su estructura. Miguel Ángel Ballesteros, Juan Camacho, Isaac Cantón, Diego Pablo Sevilla, Michele Gazzoli, Matteo Moschetti y el stagiaire Stefano Oldani son los siete corredores elegidos para una aventura en la que la velocidad de Moschetti, en un momento dulce tras su gran victoria en la Vuelta a Burgos, será la gran baza del equipo. Aunque no la única.

La crono inicial en la capital del Lago Balaton, a unos 100 kilómetros al suroeste de Budapest, da paso a cinco jornadas donde no abundan las grandes dificultades orográficas. No es Hungría un país de altísimas montañas: su techo, el Kékestető, o simplemente Kékes, supera por poco los 1.000 metros (1.014 m). La ascensión al  Bükkszentkereszt, que puntúa de primera categoría y se encuentra  a veinte kilómetros del final en la cuarta etapa, muy posiblemente será la gran dificultad de un itinerario con cierta tendencia, o varios guiños, hacia las llegadas masivas.

Las etapas.
14 de agosto: Siófok-Siófok (4 km CRI).
15 de agosto: Velence-Székesfehérvár (184 km).
16 de agosto: Balatonalmadi-Kezthely (149 km).
17 de agosto: Cegléd-Hajdúszoboszló (202 km).
18 de agosto: Karcag-Miskolc (177 km).
19 de agosto: Kazincbarcika-Kazincbarcika (127 km).

Fuente: Prensa Polartec-Kometa

No hay comentarios