Simon Gerrans se lleva una Lieja extraña

El ciclista australiano del Orica GreenEdge Simon Gerrans se ha llevado una extraña Lieja Bastoña Lieja por delante de dos de los favoritos a priori a la victoria final en Ans. Segundo un Alejandro Valverde que sin equipo en la parte final tuvo que gastar más de lo debido y llegó sin fuerzas al sprint final y Michal Kwiatkowski que se sube al podium de otra Gran Clásica y que demostró que para la próxima temporada será un rival a batir.

Decimos que ha sido una Lieja extraña porque yo no recuerdo, y habría que tirar de hemeroteca, un grupo tan grande llegando a las calles de Ans, localidad/barrio pegado a Lieja. Este año por diferentes motivos se ha llegado a las calles de Ans con un grupo de unos 30 ciclistas que se han jugado la victoria de un Monumento Ciclista al "sprint". Esto es algo realmente raro cuando en ediciones anteriores veíamos como eran 2 o 3 ciclistas los que se jugaban realmente la carrera.

Al igual que en la Amstel Gold Race y Paris Roubaix se ha llegado al final con mucha gente con opciones y eso da que pensar sobre el nivel de estas carreras. Más que el nivel de las carreras, el nivel de los ciclistas y de la evolución tecnológica. En años anteriores se podía ver como desde la Cota de La Redoute el grupo delantero se partía en muchos pedazos y se marchaban por delante los grandes favoritos. Cada año los ataques en esta cota se han ido perdiendo y han ido esperando a posteriores cotas como La Roche-aux-Faucons o Saint-Nicolas. Sea como fuere, en Saint-Nicolas siempre había muchos ataques y gente que salía por delante para entrar en Ans por delante y jugarse la victoria en solitario o en grupitos muy reducidos. Sin embargo en esta edición de 2014 solo un ataque de Domenico Pozzovivo y Julian Arredondo en La Roche-aux-Faucons, que han cogido unos pocos segundos de ventaja, ha puesto algo de emoción. Luego en Saint-Nicolas cuando todo el mundo pensaba que los grandes favoritos tendrían que atacar como Gilbert, Gerrans, Valverde o Kwiatkowski, nadie de ellos se ha movido y han sido Damiano Caruso y otra vez Domenico Pozzovivo los que se han marchado por delante. Estos han sido cazados en el último km y se ha lanzado un sprint agónico. Pero lo realmente extraño es que se ha llegado a las calles de Ans con 30 ciclistas más o menos con opciones de ganar la Lieja. Ni en La Roche-aux-Faucons ni en Saint-Nicolas se han movidos los grandes favoritos y el ritmo no ha sido muy alto por lo que han podido aguantar al final muchos ciclistas.

Tal vez sea por la globalización del ciclismo dentro de un World Tour de la UCI que obliga a los equipos a correr todo el año en gran cantidad de carreras por lo que tienen que tener muchos líderes para poder rendir en cada carrera. Eso tal vez ha aumentado el nivel medio de los ciclistas. Ya no hay un líder y el resto gregarios, sino que los equipos llegan a estas carreras con un grupo importante de ciclistas de gran nivel que pueden llegar a pensar en pelear por vencer. Además puede afectar también el gran conocimiento en cuanto a watios, cadencia y demás de los ciclistas en estos tipos de carreras que ha hecho aún más profesional el ciclismo lo que ha podido provocar un mayor conocimiento tanto de las carreras como de los rivales y sea más difícil sacar de rueda o sorprender a los rivales.

Solo son especulaciones personales pero lo que es cierto es que en estos últimos años estamos viendo como carreras donde antes se llegaba de uno en uno como Roubaix y Lieja, ahora se llegan en grupos de 20 o 30 ciclistas. Algo está cambiando en el ciclismo, son los mismos recorridos pero las diferencias entre los ciclistas ahora son mucho más ajustadas. Se gana en emoción pero tal vez se pierde la épica de las carreras.

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